lunes, 28 de junio de 2010

Liberación Animal - Peter Singer


Se tiene a Liberación animal por la obra que, desde su publicación en 1975, ha inspirado un movimiento mundial del mismo nombre que en la actualidad incluye ya docenas de organizaciones y a millones de miembros distribuidos a lo largo y ancho del planeta. Su autor, Peter Singer, ha sido uno de los primeros filósofoscontemporáneos en argumentar de forma sistemática que aquellos que se oponen al sufrimiento humano deben oponerse igualmente a que se les inflija sufrimiento a los animales. Liberación animal describe con toda crudeza el dolor injustificado que se causa a los animales en la investigación científica, militar y comercial y los procedimientos —a menudo salvajes y gratuitos— mediante los que se provee de carne a los consumidores —consumidores que han sido acostumbrados a ignorar la realidad de ese proceso de producción—. Peter Singer demuestra además que elproceso de producción de carne no sólo es éticamente indefendible sino vergonzosamente costoso, y que con él se priva a la parte del mundo más desfavorecida de las proteínas que necesitan.



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sábado, 26 de junio de 2010

Vegetarianismo y política ambiental

(me pareció interesante la nota esta...)

Por Nieves y Miro Fuenzalida
Otawa, CANADÁ.- “Come las criaturas que se matan para el mercado, pero nunca le tires la cola a un gato. Come la carne del cerdo, pero nunca seas cruel con el perro. Crece con doble pensamiento. Besa a la ardilla, descuera al mink. No pienses en el matadero. Para eso están los animales aquí. Así que come tu carne y no preguntes por qué…”

Lo que este poema de Jane Legge pone al descubierto es una cierta inconsistencia y confusión mezclada con hipocresía que caracteriza nuestra forma común de pensar acerca de los animales y que luego traspasamos a nuestros hijos. Uno podría preguntarse… ¿No es esta confusión la que configura el doble estándar de nuestros sentimientos hacia el mundo animal?

Un número creciente de individuos ven la práctica del vegetarianismo como una manera diferente de autorrelación que puede conducir a nuevas formas de oposición política y a una redefinición de la estrategia de la política ambiental.

El movimiento por los derechos del animal, que comenzó hace ya más de treinta años, desafía el excepcionalismo humanista que restringe las consideraciones morales solamente a la especie humana. Teóricos como Singer y Regan reinterpretan las inconsistencias que plagan sus obras. La igualdad, dicen, es una idea moral y no una cuestión de hechos. No hay necesidad lógica para afirmar que una diferencia o ausencia de habilidad entre dos sujetos (razón, lenguaje, conciencia, alma) pueda justificar una diferencia en la consideración que le damos a sus necesidades o intereses. Según ellos el principio de la igualdad humana no es la descripción de una igualdad actual, sino una prescripción de cómo debemos tratar a los seres humanos. El principio de igualdad no se basa en la posesión de aptitudes o habilidades actuales, sino en la capacidad de sentir. La sensibilidad, dicen siguiendo a Bentham, es el prerrequisito, la línea moral divisoria. Si un ser es capaz de sentir no hay razón para no considerar sus necesidades y sufrimientos. La tradición moral del occidente deja al animal no humano arbitrariamente fuera de cualquier cálculo moral.

El problema con esta aproximación al vegetarianismo es que está cargada de suposiciones metafísicas y especulaciones científicas, de las que genera principios abstractos obligatorios independientes de contextos económicos o sociales y sólo se concentra en el animal individual en desmedro de una aproximación ambiental holística, por lo que no es raro que el encuentro entre los derechos del animal y el movimiento ambientalista esté marcado por continuas dificultades. Los teóricos éticos ambientalistas piensan en términos de ecosistemas, y su preocupación es la de mantener la integridad, estabilidad y belleza de la comunidad biótica y muchos de ellos ven el proyecto de la liberación animal como irrelevante e, incluso, peligroso para el balance ecológico. Para Kathryn P. George, por ejemplo, la obligación normativa de una dieta vegetariana, veladamente lleva a la creación de una jerarquía moral. Cualquier aproximación normativa al vegetarianismo, dice, impone injustamente una obligación moral universal que no considera diferencias nutricionales o económicas y condena a un estatus moral inferior a los que no adoptan la actitud correcta, a una clase inferior que es justamente lo que el vegetarianismo busca eliminar… ¿Deberíamos abandonar, entonces, la ética vegetariana y reconocer que algunos animales son más permitidos que otros?

Joseph J. Tanke (The Care Of The Self And Environmental Politics, 2007), dice que es posible enmarcar una ética vegetariana reemplazando los principios normativos abstractos o una moral jerárquica por prácticas que promuevan nuevas subjetividades y comunidades. Foucault ha hecho notar la diferencia que existe entre el código moral Occidental, es decir las reglas que gobiernan lo prohibido y lo permitido, que son relativamente permanentes, y el tipo de relación que uno debiera tener consigo mismo. Lo que somos, dice, debemos entenderlo como producto de una red de prácticas ligadas a relaciones de poder y obligaciones. No somos sujetos ahistóricos, independientes del mundo al que luego se le agrega una ética. Somos de partida sujetos éticos y políticos en el sentido de que existimos como un conjunto de hábitos y relaciones con otros. El descubrimiento de nuestra época es que nuestro ser es producto de tecnologías históricas y nuestro problema, si queremos hacer surgir un ser diferente, es cambiar estas tecnologías. El reconocimiento de que diferentes prácticas resultan en diferentes formas de subjetividad, abre la posibilidad de interrumpir nuestras conductas y hábitos mentales para explorar otros.

El vegetarianismo puede darle al individuo esta posibilidad de interrupción y acceso a una variedad de discursos ambientales. Los hábitos vegetarianos pueden capacitar a los ambientalistas a tener un impacto global positivo y les permitiría abandonar el doble estándar. No sólo habría una armonía entre la vida vivida y el discurso ambientalista, sino que el ejercicio de la practica vegetariana mostraría que las cosas pueden ser distintas, que pueden haber diferentes formas de vida porque nuestro ser es maleable. La mera existencia vegetariana abre nuevas posibilidades de existencia humana, de preservación de los recursos naturales y de estabilidad de los sistemas ecológicos hasta donde humanamente esto sea posible. Esta es una de las formas en que la auto estilización de la existencia vegetariana puede resultar en una acción política directa, en una acción que contiene un boicot implícito a una de las formas ambientales más dañinas de producción de alimento.

El cuerpo vegetariano esta cercanamente ligado al cuerpo social y la dieta que uno elija no es neutral. Debiéramos entender al vegetarianismo no como un conjunto de reglas que debiéramos obedecer, sino como un ejercicio que puede configurar otras subjetividades. [Nieves y Miro Fuenzalida, profesores de filosofía, Ottawa, ON]

martes, 1 de junio de 2010









Una docena de tigres, dos osos y tres leones se encuentran abandonados en medio de un conflicto entre los dueños de un circo que decidieron poner fin a su sociedad por diferencias hasta el momento no dilucidadas.

Los animales se encuentran en un predio privado de la ciudad cordobesa de Bell Ville y la parte que se quedó con las bestias reclama una urgente intervención por parte de las autoridades, ya sea provinciales o nacionales, para que se pueda brindar una mejor atención.

María Eugenia Fernández, de la Protectora de Animales Lorenzo Moroni de Bell Ville, en diálogo con Cadena 3 señaló que ha tomado intervención en el conflictivo tema y que está trabajando en la tarea de derivar los animales a entidades oficiales como son Fauna de la Nación y Fauna Ambiente de la Provincia.

“Lamentablemente es una problemática que se nos plantea de casualidad. Se comunicó una de las dueñas del circo para ver a dónde podía donar este tipo de animales y nosotros, como protectora, estamos actuando. Si bien los animales están en un predio seguro no tienen las condiciones ideales para vivir”, señaló.

En ese sentido, aseguró que los animales siguen siendo alimentados por su dueña.

“El circo es el que se hace cargo del alimento de los animales. Son bestias que nacieron en cautiverio. Es lamentable verlos así a costas de la diversión de los humanos. Se trata de dos osos, tres leones y 12 tigres. Estamos viendo los contactos, han hablado de varias fundaciones, los han derivado a Fauna de la Nación. Hoy tengo que hacer unos llamados a esta dirección nacional que es la encargada de fiscalizar los animales. La Policía ha informado a Fauna Ambiente y ellos también han avisado a la Nación”, agregó Fernández.

Por otra parte, adelantó que el circo va rumbo a la localidad de Hernando para continuar con su show, ya dividido. “La dueña del circo es de apellido Palmussi. No es de Buenos Aires, tiene domicilio en Lujan, pero son itinerantes”, culminó.

(BUENAS NUEVAS) Cayó 20% el consumo de carne

martes 1 de junio, 3:00 AM
Roberto Seifert
LA NACIÓN

Cayó 20% el consumo de carne
Respecto de 2009 bajó de 70,3 a 56,3 kilos por habitante; influyó también la fuerte alza de precios en el período

Una fuerte caída en el consumo de carne vacuna se registró en el primer cuatrimestre de este año respecto de igual período de 2009. Según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra), la caída del abastecimiento al mercado interno y el crecimiento poblacional hicieron que el consumo por habitante bajara de 70,3 kilogramos al año en enero-abril de 2009 hasta 56,3 kilogramos/año en enero-abril de 2010, esto es, un 20 por ciento.

Según el director de Ciccra, Miguel Schiariti, si bien el aumento de los precios del producto al mostrador también venía ejerciendo una barrera al consumo, el público se plantó y "dijo hasta aquí pago", y agregó que del mes pasado a esta parte hubo "una baja del precio al mostrador de entre 0,7 y 0,8 por ciento".

Por su parte, Susana Andrada, del Centro de Educación al Consumidor (CEC), explicó que cuando el consumo cae se debe, principalmente, al precio del producto. "Es una ecuación muy sencilla, cuando aumenta la carne los consumidores se vuelcan a productos sustitutos, por lo general pollo, pero también a los hidratos de carbono (pastas) y las verduras", señaló.

Andrada coincidió en que el precio de la carne se estabilizó el último mes, tras haber aumentado un 40 por ciento entre enero y marzo. De todas maneras, dijo que los valores que se estabilizaron se dieron en las carnes "más duras", pero las "premium" siguen con un precio elevado.

Preocupación
No obstante la estabilización de los precios, Schiariti teme que si se hacen efectivos los aumentos de los salarios que se están negociando actualmente, será mayor la presión sobre la demanda, lo cual implicaría una posibilidad de leves incrementos en el precio de la carne en el mostrador a la salida del invierno, porque va a faltar otra vez hacienda.

Respecto del informe de Ciccra, la producción de carne vacuna en el período analizado ascendió a 877.000 toneladas de res con hueso, lo que significó un retroceso de 238.250 toneladas (21,4 por ciento menos) con relación a igual lapso de 2009.

En tanto, la faena se mantuvo levemente por debajo del millón de cabezas. "De acuerdo con nuestras estimaciones, se sacrificaron alrededor de 950.000 vacunos, lo que arrojó un nivel de actividad 30 por ciento inferior al registrado en igual mes de 2009", puntualizó Schiariti.

Las causas
¿Cuáles fueron las causas? "La primera y principal causante de la situación actual fue la (anti) política pecuaria implementada a partir de marzo de 2005, cuando comenzaron a resurgir los acuerdos de precios que muchos defendieron e incluso alentaron, porque los consideraban instrumentos útiles para combatir la incipiente aceleración de la tasa de inflación", señala el informe.

Como consecuencia de ello se redujo el stock de hacienda y, en especial, del rodeo de madres, y también se afectó negativamente los índices de eficiencia productiva.

En lo que respecta a la participación de las hembras en la faena total, si bien Ciccra observa un importante descenso con relación a los guarismos récord alcanzados en similares períodos de 2008 y 2009, en términos históricos continúa siendo muy elevada. En enero-abril de 2010, el 47,6 por ciento de la faena total correspondió a hembras, cuando el promedio para el mismo lapso de 1991 a 2009 fue de 44,1 por ciento.

Por último, las exportaciones de carne no fueron ajenas a la declinación de la actividad. En el primer cuatrimestre de 2010 los embarques fueron de 117.508 toneladas, que representaron una caída de casi el 30 por ciento respecto del mismo período del año pasado.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1270604